Obras poéticas de D. Luis de Góngora ...

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Hispanic society of America, 1921
 

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Popular passages

Page 54 - Pero, pues no me respondes, sin duda alguna que es muerta, aunque no lo debe ser pues que vivo yo en su ausencia; pues he vivido diez años sin libertad y sin ella, siempre al remo condenado, a nadie matarán penas.
Page 32 - ... luciente cristal tu gentil cuello, goza cuello, cabello, labio y frente, antes que lo que fue en tu edad dorada oro, lilio, clavel, cristal luciente, no...
Page 97 - Los fuegos a las campanas; Y ellas al enamorado, Que en los brazos de su dama Oyó el militar estruendo De las trompas y las cajas.
Page 54 - ... nuevas de mi esposa, y dime si han sido ciertas las lágrimas y suspiros que me dice por sus letras; porque si es verdad que llora mi cautiverio en tu arena, bien puedes al mar del Sur vencer en lucientes perlas.
Page 215 - Adonis bello; ya anudada a su cuello, podrás verla dormida, ya él casi trasladado a nueva vida. Desnuda el brazo, el pecho descubierta, entre templada nieve evaporar contempla un fuego helado, y al esposo, en figura casi muerta, que el silencio le bebe del sueño con sudor solicitado. Dormid, que el Dios alado, de vuestras almas dueño, con el dedo en la boca os guarda el sueño. Dormid, copia gentil de amantes nobles, en los dichosos nudos que...
Page 347 - Sirenas con plumas, cuyas húmidas espumas son las verdes alamedas: si suspendido te quedas a los suaves clamores, no son todos ruiseñores los que cantan entre las flores, sino campanitas de plata, que tocan a la alba, sino trompeticas de oro que hacen la salva a los soles que adoro.
Page 31 - ¡Oh celo, del favor verdugo eterno! Vuélvete al lugar triste donde estabas, o al reino (si allá cabes) del espanto...
Page 62 - Mas liera que las que sigues Por los bosques ; cruel verdugo De mis años infelices, Tan grandes son tus extremos De hermosa y de terrible, Que están los montes en duda, Si eres diosa ó eres tigre.
Page 249 - Limpíale el rostro, y la mano siente al Amor que se esconde tras las rosas, que la muerte va violando sus colores.
Page 177 - Salió el sol, y entre armiños escondida, Soñolienta beldad con dulce saña Salteó al no bien sano pasajero, Pagará el hospedaje con la vida ; Más le valiera errar en la montaña Que morir de la suerte que yo muero.

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