Cuentos y leyendasEstab. tip. de P. Nuñez, 1875 - 382 páginas |
Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 153 - ¡Oh providencia nunca comprendida, auxilio superior, aviso fuerte, el humo en que el aplauso se convierte hace la misma afrenta esclarecida!
Página 325 - Después de haber muerto cuantos allí son, anda por la casa muy bravo león. Vido un esclavo detrás un rincón: — "Tú, perro, supiste "también la traición, "por lo cual, malvado, "morirás aquí.
Página 377 - ¡Los comendadores, por mi mal os vi! Cenan los señores y se dan prisa, llegan donde amores los atendían. Acuéstase Jorge con la su dama, también el su hermano con la criada. Y los cuatro gozan de gustos sin fin. ¡Los comendadores, por mi mal os vi!
Página 339 - ¡Los comendadores, por mi mal os vi! Yo vi a vosotros, vosotros a mí. Al comienzo malo de mis amores, convidó Fernando los comendadores a buenas gallinas, capones mejores. Púsome a la mesa con los señores: Jorge nunca tira los ojos de mí. ¡Los comendadores, por mi mal os vi! Turbó con la vista mi conoscimiento: de ver en mi cara tal movimiento, tomó de hablarme atrevimiento.
Página 377 - ¡Los comendadores, por mi mal os vi! Aún la media noche no era llegada, ya subía Hernando por una escala y entra muy feroz por la ventana, un arnés vestido y espada sacada. "Caballeros malos, ¿qué hacéis aquí?
Página 333 - Vidas, que no le quitara, Sangre, que no le vertiera, Almas, que no le sacara; Y estas rompiera después, A ser visibles las almas.
Página 333 - En mi opinión y en mi fama, y en la voz tan solamente de una criada, una esclava, no tuviera, ¡vive Dios!, vida que no le quitara, sangre que no le vertiera, almas que no le sacara, y éstas rompiera después a ser visibles las almas.
Página 141 - No dudo que las funestas noticias que poi ésta doy a vuestra señoría le asustarán, según lo que le tengo comunicado en mis antecedentes. Triunfó la emulación, pero con tan distinto modo del que discurrieron sus designios que, habiendo sido su fin perderme para siempre, para siempre me he ganado, asegurándome lo principal, que es mi salvación, según la confianza que tengo en la divina misericordia.
Página 376 - Marina la su pasada; vieron sus amores a una ventana: a doña Beatriz con su criada. Tan amarga vista fuera para sí. ¡Los Comendadores, por mi mal os vi!
Página 141 - ... principal, que es mi salvación, según la con•fianza que tengo en la Divina misericordia. En »la revista se me ha confirmado la sentencia de »muerte, que padeceré mañana tan gustoso, que »deseo por instantes llegue el de entregar mi »garganta al cuchillo, y derramar mi sangre »por la voluntad de mi Señor Jesucristo en des»cuento de mis pecados, pues el mismo Señor »tan liberalmente derramó por mí la .suya, y »porque también place así á la recta justicia «del rey mi señor.