fallar, el motor, o no dar fuego, el arma; y a... pero ¿a qué seguir? Renuncio a prolongar la lista, porque pudie ra resultar interminable. (Del Boletin de Tabacos y Timbre.) VELERO VAPORA CARBONEAR «Para escribir bien, hace falta dominar plenamente el asunto»: diz que dijo Buffon en su discurso de ingreso en la Academie Française, que tuvo efecto allá por el año de 1753 (1); y bien se puede asegurar que ni aun buscándola de intento, me hubiera sido dable argüir con una sentencia más en armonía con mi especial manera de pensar, que la que me deparó la casualidad en los dos renglones que encabezan esta cédula. Sin salir de los estrechos límites de mis modestos Escarceos, fácil es el encontrar repetidísimas pruebas de la razón que nos abona a Buffon y... a mí. ¡Perdón, lector, por atreverme a formular, en mi abono, tan honrosa coincidencia! (1) Digo diz que dijo, porque imposibilitado yo de tener a mano tal discurso, me limito a copiar lo que otro afirma. Nunca, en efecto, se hubiera escrito que VARAR es poner a flote lo que está varado; ni que BARLOVENTEAR es dejarse ir como una boya, a son de viento y de corriente; ni que el OBÚS es un enorme proyectil que vuela a gran altura, si nos encerrásemos todos de buen grado en los dominios de lo que conocemos porque lo hemos estudiado y DIGERIDO, renunciando generosa y cuerdamente a sentenciar ex cathedra y sólo por impresión, en cosas dignas de mayor aprecio y de respeto grande. Creo sinceramente, que los actuales momentos son de los más difíciles por que ha pasado jamás la ciencia filológica. Porque, en tal terreno... ¿qué español no se considera hoy suficiente con exceso, para definir y decretar? Todos... absolutamente todos servimos para el caso. Y unos por puristas y otros por extravagantes; y éstos por arcaicos y aquéllos por modernos; y tales por castizos y tales por extranjeristas; y quiénes por conservadores y quiénes por ampliamente liberales; y tan pronto por sesudos sabihondos, como por insustanciales o ignorantes crasos... es lo cierto que todos, todos sin excepción, nos erigimos en autoridad intransigente, hasta el extremo de revolvernos airados con tra la mismísima Academia, si por acaso tal corporación no se convence y se permite desechar o tan sólo discutir nuestro dictamen. Y como demostración de la extravagancia a que suele conducir la intromisión de elementos. insuficientemente preparados, en el orden estrictamente filológico, expondré a continuación algunos ejemplos en que, a pesar de ciertas apariencias engañosas, ni se habla según los cánones preexistentes, ni se atina de modo exagerado al innovar. He aquí el primero: De poco tiempo a esta parte, han dado muchos en la flor de llamar velero, a lo que siempre se llamó barco de vela, con perfecta propiedad. Velero, con relación al barco, no ha sido nunca substantivo: en ello están conformes los Diccionarios del oficio, con el de la Academia, hasta la última edición. Velero-ra- dicen también de acuerdo todos ellos-, es un adj. mar. que se aplica a la embarcación ligera y que anda mucho a la vela— pero no a la que anda poco a la vela, aunque mucha vela oriente porque aquello y no esto es la verdad. -- Y ni a los botes que arman muchos remos, les ha llamado nunca remeros nadie que lo entienda; ni se apellidan cuchilleros los pailebotes, balandros, faluchos y otros buques con velas de cuchillo; ni son cruceros, los que las gastan de cruz... ni se puede llamar velero a ningún barco por el solo hecho de ser barco de vela. Remero, es el que rema; cuchillero, el vendedor o fabricante de cuchillos; crucero, el buque de guerra y de vapor caracterizado por una gran velocidad en el amplio radio de acción que se le asigna, y... velero, el susceptible de adquirir aquella gran velocidad, mediante el auxilio, no más, de su aparejo. Un cliper puede, aun siendo de hélice, ser, a la vela, muy velero; pero por más velas con que la cubra el maniobrista, nunca se tornará velera una potala. En resumen: que velero sólo se puede decir, como adjetivo, del buque que, navegando a la vela, adquiera o puede adquirir velocidad extraordinaria; y que velero, como substantivo, es el que hace o verde, por oficio, velas de sebo, de cera o... de lona; pero nada más. Segundo: ** Así como en velero se comete la incorrección |